Carta del Padre Juan XLVI

Carta del Padre Juan XLVI

Querida Familia de Magdala:

¡Feliz Año Nuevo 2022!

Esta es nuestra primera comunicación del año 2022 y quisiera que nos llegara a todos un aire de profunda esperanza, de gran alegría y abandono en las manos de Dios.

Acabo de llegar a Magdala, después de dos meses de peripecias. Como les referí anteriormente, realicé un viaje por USA y México y cuando me dispuse a volver a Israel, mi visa había expirado y tuve que volver a México para tramitar de nuevo la visa para Israel. Todo salió bien, excepto que la convivencia con algunas personas que resultaron positivas, y la rápida difusión de la variante ómicron me obligaron a pasar unas Navidades casi en cuarentena.

Pero Dios nunca se equivoca. Somos nosotros los que no siempre sabemos leer sus designios amorosos. Somos nosotros los que queremos resultados inmediatos, rápidos y -de preferencia- según nuestros gustos. Pero Dios ha sido un Padre Amoroso y ha regalado a Magdala y a todos nosotros un período Navideño lleno de bendiciones. Es por esto por lo que me animo a trasmitirles un mensaje de profunda esperanza: han pasado dos años “de vacas flacas” con este problema del COVID19… Quiero esperar que ahora vienen dos años de “vacas gordas”…

Y espero que mis augurios no sean superficiales: bástenos ver la historia para constatar que, a períodos de profundas pruebas y sufrimientos, han seguido tiempos de bendición y abundancia. En días pasados escuché la entrevista que le hicieron a un renombrado médico mexicano sobre la variante ómicron. Y al final pensé lo siguiente: el huracán (COVID19) se está convirtiendo en tormenta tropical (ómicron). Los esfuerzos de la medicina, juntamente con el aprender a cuidarnos y tantos y tantos esfuerzos y sacrificios, están empezando a dar por resultado un panorama más positivo en el campo de la sanidad. Al menos, menos fatal de lo que ha venido siendo hasta ahora.

Sí, querida Familia, miremos el futuro próximo con profunda esperanza. Que el ¡Feliz Año Nuevo! de este año sea mucho más que un augurio de circunstancia; que sea un augurio cargado de sonriente esperanza en Dios. Ojalá que pronto podamos volver a nuestra normalidad. ¿Qué enseñanza nos ha dejado este bienio? ¡Tenemos que sacar enseñanzas! A mí en lo personal, a nuestra familia, a nuestra organización… alguna enseñanza nos tiene que dejar este periodo. Hay que salir renovados y mejores de esta prueba que la Providencia ha permitido que vivamos.

Acabo de volver a Magdala y ya mi escritorio está lleno de pendientes. El más importante de todos: nuestra próxima peregrinación virtual, que comenzará el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza. Como les anuncié en diciembre, y dadas las circunstancias y restricciones para viajar, hemos decidido posponer la peregrinación sobre el Éxodo y los Mandamientos…. Y vamos a ver qué nos sugiere el Espíritu Santo. En breve les comunicaremos el tema de nuestra peregrinación cuaresmal. Pero confiamos en que será un nuevo período de bendición y de gracia. Veremos de la mano de quién vamos a recorrer esta vez la Tierra Santa.

“Sursum corda”, ¡arriba los corazones! ¡Que la esperanza es la virtud de los fuertes! Pidamos al Señor que logremos percibir sus bendiciones y correspondamos a ellas, haciendo del año que comienza un período de logros.

Bendiciones y saludos de todo el equipo de Magdala. Les pedimos sus oraciones y su apoyo, como siempre.

P. Juan María Solana, L.C.